CW... ¿QUE ES
ESO?
CW es la sigla que
responde a la expresión inglesa Continuous Wave (Onda Continua) y,
entre nosotros, significa «Telegrafía en onda interrumpida».
O sea que etimológicamente esa expresión tiene poca defensa, dada la
evidente contradicción entre el enunciado y la realidad. Pero así se ha
consolidado y así quedará para siempre.
La comunicación en CW se
aplica exclusivamente a aquella que usa el código Morse, sea manual o
automático.
El código Morse, que
tiene más de ciento cuarenta años de antigüedad, y que fue de aplicación
general hasta hace bien poco, sigue siendo un medio altamente efectivo
para establecer comunicación por radio con medios sencillos y/o en
condiciones difíciles. |
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Precisamente medios sencillos y condiciones
variables y difíciles en muchas ocasiones es lo que caracteriza a las
comunicaciones entre aficionados.
Y es por esto que muchos
aficionados lo aprecian y siguen usándolo. Un emisor de CW puede ser mucho más
simple y económico que uno de telefonía y, a igual potencia, permite un alcance
mucho mayor
Orígenes del
Morse.
Los primeros equipos eléctricos
para transmisión telegráfica
fueron inventados por el norteamericano
Samuel F. B. Morse en 1837, y en
ese mismo año por el físico inglés sir Charles Wheatstone en colaboración con el
ingeniero sir William F. Cooke.
El código básico, llamado
código Morse, transmitía mensajes mediante impulsos eléctricos que circulaban
por un único cable.
El aparato de Morse, que emitió el primer telegrama público en
1844, tenía forma de
conmutador eléctrico.
Mediante la presión de los dedos, permitía el paso
de la corriente durante un lapso determinado y a continuación la anulaba.
El receptor Morse original disponía de un puntero controlado electromagnéticamente que dibujaba trazos en una cinta de papel que giraba
sobre un cilindro. Los trazos tenían una longitud dependiente de la
duración de la corriente eléctrica que circulaba por los cables del
electroimán y presentaban el aspecto de puntos y rayas.
En el
transcurso de los experimentos con dicho instrumento, Morse descubrió que
las señales sólo podían transmitirse correctamente a unos 32 km.
Más allá
las señales se hacían demasiado débiles como para poder registrarlas.
Morse y sus colaboradores desarrollaron un aparato de relés que podía
acoplarse a la línea telegráfica a unos 32 km de la estación emisora de
señales a fin de repetirlas automáticamente y enviarlas a otros 32 km más
allá.
El relé estaba formado por un conmutador accionado por un
electroimán. El impulso que llegaba a la bobina del imán hacía girar un
armazón que cerraba un circuito independiente alimentado por una batería.
Este mecanismo lanzaba un impulso potente de corriente a la línea, que a
su vez accionaba otros relés hasta alcanzar el receptor.
Algunos años
después de que Morse hubiera desarrollado su equipo receptor y lo hubiera
exhibido de forma satisfactoria, los operadores telegráficos descubrieron
que resultaba posible diferenciar entre los puntos y las rayas por el
simple sonido, cayendo en desuso el aparato de registro de Morse.
Sin
embargo, los demás principios básicos del sistema Morse siguieron
utilizándose en los circuitos de telegrafía por hilo.
Dado que la
telegrafía resultaba demasiado costosa para poder implantarla con carácter
universal, se desarrollaron diferentes métodos para enviar varios mensajes
simultáneamente por una misma línea.
En la telegrafía dúplex, el primer
avance de este tipo, se puede transmitir un mensaje simultáneo en ambas
direcciones entre dos estaciones.
En la telegrafía cuádruplex, inventada
en 1874 por Thomas Edison, se transmitían dos mensajes simultáneamente en
cada dirección.
En
1915 se implantó la telegrafía múltiple que permitía el
envío simultáneo de ocho o más mensajes.
Ésta y la aparición de las
máquinas de teletipo, a mediados de los años veinte, hizo que se fuera
abandonando progresivamente el sistema telegráfico manual de Morse de
claves y que se sustituyera por métodos alámbricos e inalámbricos de
transmisión por ondas.
En España, las primeras
estaciones de radiotelegrafía se construyeron en
1900 para comunicar Ceuta
y Tarifa. Hubo que esperar
hasta el año 1915 para que la radio
transmitiera directamente la voz humana de un extremo al otro del océano.
En aquella ocasión, el mensaje partió de Virginia y lo recibió un receptor
colocado en la torre Eiffel. En sus primeros años, antes de contar con la
transmisión de la voz, la radio encontró su principal utilidad como ayuda
a la navegación, ya que permitía enviar mensajes sin hilos a barcos en
alta mar.
Antes de llamarse radio se llamó telegrafía sin hilos (TSH). El
primer buque que contó con un transmisor-receptor de estas características
fue el St.Paul (1899), un paquebote estadounidense.
El 23 de enero de
1909
tuvo lugar el primer rescate marítimo que se pudo llevar a cabo gracias a
la radio.
El barco británico Republic, de Liverpool, que hacía la ruta a
Nueva York con 461 pasajeros y 300 tripulantes a bordo, colisionó en medio
de una espesa niebla con el italiano Florida,
cargado con 800 emigrantes
que también se dirigían a América.
La señal de socorro (entonces
CQD,
siglas en inglés de Come Quick Danger) fue recibida en EEUU y transmitida desde la costa a los barcos que se encontraban
en la zona. Estos consiguieron llevar a cabo el rescate y salvar a los
1700 náufragos.
Desde entonces, las telecomunicaciones en el mar han
permitido miles de acciones semejantes, salvando muchas vidas. La
utilización de la radiotelegrafía para transmitir
mensajes entre los
barcos y la costa alcanzó un enorme auge en los primeros años del siglo XX.
En
1902 se celebró una primera reunión internacional para establecer
los reglamentos.
El segundo encuentro tuvo lugar en Berlín en
1906. Sólo
seis años después, en
1912, fecha de la siguiente conferencia
internacional, funcionaban ya 479 estaciones costeras y 2752 barcos
contaban con instalaciones de TSH.
La implantación del SOS (Save Our
Souls) como señal internacional de ayuda se había propuesto en la reunión
alemana de 1906, por ser más fácil de transcribir en código Morse (... ---
...)
que CQD (-.- --.- -..), pero no
se adoptó universalmente
hasta 1912, en la conferencia que se celebro en
Londres pocos meses después del hundimiento del Titanic.
En aquel famoso
naufragio, mucha gente pudo ser rescatada y salvarse gracias a la llegada
de barcos de socorro. Habían sido convocados por el telegrafista, que no
paró de enviar frenéticamente en Morse los mensajes CQD y SOS
El primer
DX:
Esta es la
historia de cómo los tres puntos de la letra " S " hicieron historia al
cruzar el Atlántico contada por el propio Marconi.
"Poco después del
medio día (hora local)
del 12 de diciembre de 1901, me puse un audífono en
la oreja y empecé a escuchar.
El receptor sobre la mesa ante mí era muy
primitivo: unas cuantas bobinas y condensadores y un cohesor: sin válvulas
ni amplificador y ni siquiera con cristal.
Me encontraba, finalmente, en
el momento de poner a prueba lo correcto de todas mis teorías.
El
experimento había involucrado arriesgar por lo menos 50.000 libras
esterlinas para lograr un resultado que había sido declarado imposible por
algunos de los matemáticos más importantes del momento."
De pronto escuchó el
agudo golpecito de la "tecla de telégrafo" en el momento en que ésta
tocaba el cohesor.
"Sin lugar a dudas,
los tres agudos golpecitos que corresponden a tres puntos sonaron en mi
oreja; pero no podía estar satisfecho a menos de que lo corroborara.
´¿Escucha algo, señor Kemp?´, pregunté a mi asistente a la vez que le
pasaba el teléfono. Kemp escuchó lo mismo que yo."
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