El diexismo es una afición
que, no siendo nueva, se ha organizado e institucionalizado hace unos
pocos de lustros en España, a diferencia de otros países donde existen
clubes y asociaciones de gran veteranía.
Esta palabra que lógicamente
evoca muy poco al profano en esta actividad, proviene de la sigla
DX.
La D
significa distancia y la X incógnita; uniendo estas dos letras y
castellanizando la expresión tenemos como resultado diexismo, es decir,
la búsqueda e identificación de lo desconocido que nos viene de la lejanía.
Efectivamente ésta es una afición que tiene como base las ondas de radio
pero, pese a lo que en principio se puede creer, no tiene la misma dimensión
ni el mismo contenido que lo que llamamos radioafición.
Aunque muchas
veces se encuentran y pueden ser afines. El diexista, persona que practica
el diexismo, se dedica con su aparato de radio a rastrear, sintonizar,
identificar y escuchar emisoras de radio (radiodifusión,
radioaficionados, utilitarias, etc.,) que se pueden encontrar en las
diferentes bandas y frecuencias que nos ofrece el espectro radial.
Este
espectro comienza en las bajas frecuencias de la onda larga y llega hasta
las más altas de la modulación de frecuencia o los satélites, pasando
por la onda corta.
Las emisoras que se pueden escuchar en estas bandas son
innumerables y provienen de todas las partes del mundo. Dependiendo de las
condiciones atmosféricas y de propagación, el diexista puede disfrutar
de la sintonía de emisoras cuya señal tiene su origen en la parte antípoda
del planeta respecto a su lugar de recepción.
Bien es verdad, sin
embargo, que una emisora con base relativamente cerca del punto de escucha
muchas veces presenta más dificultades para sintonizar que otra que está
varios miles de kilómetros más alejada.
Esto se debe a las ya
mencionadas condiciones de propagación, a la potencia de la emisora en
cuestión, a la interferencia que sufra y en definitiva al momento para
intentar su captación.
Lo apuntado hasta ahora podría ser calificado como meramente técnico si
bien no lo es tanto. Otra cara de esta afición se refiere al aspecto
informativo y cultural.
Aquí es donde la propia afición se convierte en
escuela, sobrepasando de esta manera el mismo término. A través de las
ondas internacionales se produce diariamente una difusión de varios miles
de horas en infinidad de lenguas.
El castellano es uno de los idiomas más
beneficiados en la radiodifusión mundial; la causa no es otra que los
millones de oyentes potenciales que hablan y entienden nuestro idioma.
Las
emisiones que pueden ser sintonizadas día a día no solamente proceden de
los países de lengua española, sino también de multitud de otros que
tienen que ver tanto con nuestra cultura como por ejemplo: Corea, el Japón,
Suiza, Israel, Egipto, Irán, China y muchos otros a los que debemos añadir
la mayoría de los países europeos.
Estas naciones, por medio de sus potentes emisoras de onda corta,
transmiten varias horas al día, bien directamente a España o al
continente americano, con la multitud de programas que no sólo mantienen
puntualmente informado al oyente de la actualidad política y económica
internacional y de sus respectivos países, sino que además ofrecen una
amplia variedad de espacios informativos, culturales y didácticos que dan
a conocer sus costumbres, sus habitantes, su cultura propia, su geografía
y en general cualquier aspecto que la persona que está al lado del
aparato receptor desearía conocer, teniendo esta persona la ventaja de
poderse dirigir por carta a la emisora que escucha, para preguntar y
obtener respuesta sobre un determinado tema.
Por otro lado, la recepción y escucha de estas emisoras puede ser
perfectamente compatible con la de las propias emisoras y cadenas locales
y nacionales que transmiten sus programas en onda media (OM) y modulación
de frecuencia (FM), ya que las emisoras internacionales en general, a
excepción de algunas que transmiten sus emisiones en la lengua propia de
su país y durante todo o la mayor parte del día, al constar su propia
programación de espacios en muchas lenguas, sólo pueden dedicar un
determinado tiempo a cada una de ellas.
Así, pues, la duración normal de
una transmisión internacional en una determinada lengua y a una
determinada zona del planeta suele variar entre media hora y una hora.
Este programa suele ser repetido varias veces al día con vistas a la
comodidad del oyente y siempre dependiendo de la hora local de la zona a
la que se dirige la emisión.
Tras la presentación de lo que es la afición al diexismo, tienes los
siguientes temas para adentrarte en este apasionante mundo:
Antenas de onda corta (OC)
DX en ondas largas y medias (OL/OM)
DX en las bandas tropicales
DX de emisoras utilitarias
DX de radioaficionados
DX de televisión
DX en satélites
Cómo elegir un receptor de OC
EL informe de recepción, el código SINPO
Las cuatro estaciones en radiodifusión
Las bandas de radio, las regiones y las frecuencias
Panorama del DX en España
|